divendres, 4 d’abril del 2014

Perfil del maltratador

Características más comunes de un agresor

El hombre que agrede a su mujer, tiene, por lo general, una serie de características que le diferencian de aquellos que no lo hacen, en cada uno puede darse muchas, o simplemente algunas, de las actitudes que aquí exponemos.

a) Suelen tener menos habilidades asertivas. Sus habilidades de comunicación son limitadas lo que les conduce a una falta de estrategia para resolver problemas y conflictos. Carecen, igualmente, de habilidades para afrontar los problemas que les puedan sobrevenir.

b) Pueden padecer aislamiento social, encontrando dificultades a la hora de confiar en las demás personas.

c) Tienen una baja autoestima, lo que les causa una gran frustración. Esta frustración es la que suele provocar su agresividad.

d) Suelen ser impulsivos y hostiles, y emocionalmente inestables.

e) Pueden padecer una gran falta de seguridad en ellos mismos o, por el contrario, una excesiva seguridad y confianza, que les hace creerse superiores a los/as demás.

f) Suelen sufrir dependencia y otras alteraciones emocionales.

g) Muchos de ellos sienten una gran necesidad de dominar.

h) Suelen ser machistas, celosos, posesivos y excesivamente inmaduros. Tienen excesivamente asumido el rol de la masculinidad.

i) Es intolerante con la autonomía de la mujer, lo que suele esconder bajo la apariencia de ser un gran protector de ella.

j) Usa la violencia como forma de control y reafirmación. Creen firmemente que ejercer control sobre sus parejas les hace ser mas “hombres”, mas “machos”. Si su pareja realiza algún gesto, comentario o actitud que ellos consideren que les puede causar una pérdida de autoridad o dignidad, será castigada con violencia.

k) No sólo son maltratadores físicos, el maltrato comprende también actitudes como el abuso verbal, las amenazas, las coacciones, la manipulación psicológica, los abusos sexuales, e incluso el control de los recursos económicos de la familia. Con ello pretende conseguir que la autoestima de su cónyuge disminuya, controlará su autonomía y conseguirá su aislamiento social.

l) Son celosos y muestran, en muchos casos, graves actitudes posesivas; muchos de ellos vigilan a sus esposas, las siguen, las interrogan, tanto a ellas como a sus hijos/as o amigos/as para conocer todo lo que realizan o suelen llamarla muy a menudo por teléfono, so pretexto de saber cómo están para tenerlas siempre controladas.

m) En ocasiones, aunque no siempre, el maltratador fue víctima de malos tratos en su niñez o continúa con el patrón de un padre maltratador.

n) En ocasiones podemos encontrarnos con que el maltratador da otra imagen totalmente distinta de sí fuera del domicilio, presentándose como una persona agradable a los ojos de los demás, mientras es su esposa la que aparece como alguien nerviosa y alterada, ya que nadie conoce lo que ocurre dentro del hogar familiar, lo que suele hacer que ante una denuncia suela creerse más al agresor que a la esposa.

o) Minimizan o niegan la violencia. Si se ha dado un episodio violento es, para ellos, siempre por culpa de su mujer que le ha provocado o por causas externas. Jamás se consideran ellos los responsables. La culpa siempre es de los demás, con lo que suelen resistirse a los cambios, ya que no aceptan que tengan ningún problema… el problema lo tienen siempre los demás. No reconocen que necesiten ayuda… culpan a las mujeres de los problemas conyugales.

p) En ocasiones suelen abusar de sustancias como el alcohol y las drogas, pero no debemos olvidar que ésta no es la razón del maltrato ni de la agresión, es una excusa más de que son factores externos los que les hacen ser violentos.