dimarts, 15 de maig del 2012

LAS PALABRAS JUSTAS

YA ESTÁ BIEN DE HABLAR DE MUJERES MUERTAS CUANDO SON ASESINADAS

Las mujeres que son degolladas, quemadas, asfixiadas, apuñaladas, tiroteadas, descuartizadas.... NO son MUJERES MUERTAS, son mujeres ASESINADAS.

Es doloroso e indignante que nos lleguen noticias a través de los medios de comunicación y documento que parten de las instituciones públicas que trabajan por los derechos de las mujeres, en los que se informa sobre casos de “violencia de género” o de mujeres “muertas”, cuando de lo que se está hablando es de mujeres ASESINADAS. Ya está bien de minimizar los crímenes contra las mujeres.

Cada día en este país miles de mujeres son maltratadas, insultadas, humilladas, vejadas... por el mero hecho de ser mujeres, por “ser propiedad” de un varón que cree, porque así ha sido educado, que la mujer que duerme a su lado es posesión suya y que por tanto ésta tiene que obedecer a sus deseos y cumplir sus espectativas. Ella también es producto de esa educación patriarcal que desde que nacemos nos adoctrina para ser sumisas y hacernos sentir culpables si no acatamos la norma, obeder y complacer a los hombres de nuestra vida.

La Violencia contra las Mujeres, que no violencia de género, es la VIOLENCIA ejercida por un varón que se siente con derecho a golpear, quemar, acuchillar y dejar a una mujer a veces en estado de coma porque ésta decide separarse de él, porque no le llevó una sopa lo suficientemente caliente o porque a él le ha parecido que miró demasiado amablemente al camarero.

Cuando esa VIOLENCIA, que llamo Violencia contra las Mujeres y no de Género, ya que se ejerce contra las mujeres, pues bien, cuando esa violencia brutal llega a acabar con la vida de estas mujeres y a veces también de sus hijas e hijos, no podemos seguir hablando de Violencia, sino de ASESINATOS, porque en todos los demás casos así lo hacemos y si una paliza llega a acabar con la vida de una persona se habla de asesinato y no de violencia.

Está claro que es muy complicado que la ciudadanía en general asuma lo que el feminismo lleva reclamando más de 300 años, que las mujeres somos más de la mitad de la población y que por tanto nos corresponde tener los mismos derechos y caminar por el mundo tan libremente como los varones, y es complicado que se asuma porque aunque el feminismo cuenta con más de tres siglos de historia, el patriarcado se remonta a los albores de la humanidad y es complicado el cambio de mentalidad de la ciudadanía. Pero lo que es inaceptable es que las instituciones que nos representan ni tan siquiera conceptualicen de forma “justa”, o “correcta” quizás, los crímenes contra las mujeres.

El feminismo cuenta con cabezas privilegiadas que sin duda harían una gran labor en estas instituciones y que son imprescindibles si de verdad queremos acabar con esta lacra social.

Ser mujer no garantiza tener conciencia feminista …...

Fdo.: Lourdes Pastor Martínez
Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres